sábado, 9 de abril de 2011

CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA

Solo era cuestión de tiempo, se veía venir pues no es la primera ni sera la ultima vez que ocurra, si no se actúa en consecuencia.

Esto es increíble, unos quejándose de que no se les dan ideas y que solo se les critica por criticar, otros a lo suyo al destrozo por la diversión y el placer de echar unas risas creyéndose mas machito delante de su perica por hacer las estupideces de rigor, beber mas que nadie romper mas que nadie etc.. ha estos también les molesta que les llamen golfos y mal educados (claro la verdad duele), no se puede permitir desde ninguna institución publica la permisibilidad creciente, en los actos de salvajismo que cada vez con mas  alevosía  y ensañamiento se producen , deben de actuar con rigor y contundencia con las sanciones que correspondan a los actos infringidos, para que de esta manera compensen en alguna medida las perdidas ocasionadas, y que sirva de escarmiento para otros desalmados.

Con lo bonito y relajante que es contemplar un arbol de estas dimensiones para lo que ha tenido que transcurrir muchas generaciones, una estampa digna de ser contemplada en todo su esplendor, disfrutar de su sombra en verano,



pasear por las sombras de los pinos respirando un aire de calidad con la paz y la tranquilidad que transmite el sonido del viento a traves de las ramas y el crugir de la pinocha bajo nuestros pies.

 

Un lugar que podia ser un oasis de tranquilidad y disfrute en todas las facetas tanto para las familias como para los amantes de la naturaleza, dia tras dia se ve como se va degradando sin visos de solucion, la gente joven se dedica a meter los coches por todos sitios destrozando lo que pillan a su paso

dejando la huella de su paso cual caballo de Atila, que ganaran con semejante aptitud, se creeran mas importantes por hacer el desaguisado o la tropelía mayor que el colega, o dejar mayor mierda tirada, estos arboles tenian los dias contados desde el mismo dia que los plantaron, prueba es palpable es que desde el mismo día de su plantación ya comenzaron a someterlo a movimientos destinados a la suelta de sus raíces para su posterior arrancamiento






como se puede comprobar queda patente el acto de crueldad gratuita manifestado por semejantes individuos, los cuales no se merecen que se les llame personas, sino  indeseables, y demás calificativos que se censurarían en cualquier parte.






Ha todos creo que nos gusta la imagen de un árbol tan imponente como esta encina centenaria, que asombra por su belleza y grandiosidad de un ser creado por la naturaleza, el paso del tiempo y el cuidado respetuoso de todos para que haya llegado a ser admirado, refugio del tórrido calor bajo su sombra y de miles de pajarillos entre sus ramas.


Pero para poder llegar a semejante tamaño es preciso que se respeten desde que son plantados ya que si continúan con la costumbre de arrancarlos y partirlos nada mas que ser plantados, nunca volveremos a tener tan colosales y majestuosos seres vivos. 






Sigamos permitiendo esta tropelía y sigamos riéndoles las gracias a esta generación de insensatos y veremos con tristeza como cada día se van quedando en el camino la posibilidad de poder contemplar la floración y explosión de vida que brota cada primavera, en lo que ellos consideran simplemente palos para poder cortar y arrancar.


DESCANSEN EN PAZ.

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